ACHC | Revista Hospitalaria del sector salud

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DEL ESPACIO EN BLANCO A UN CAMPO DE ATENCIÓN
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Juan Carlos Giraldo Valencia[1]

Con el apoyo del Grupo de investigación de la ACHC:

Liliana Claudia Delgado[2]

Ana Sofia Zea Ruiz [3]

Juan Guillermo Cuadros

[1] Juan Carlos Giraldo Valencia, director general de la ACHC. Médico y cirujano por la Universidad de Caldas, diploma en evaluación de impacto de proyectos sociales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Especialista en alta dirección del Estado por la Escuela de Alto Gobierno de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP). Magíster en Administración de Salud por la Universidad Javeriana y máster en Gestión de Centros y Servicios de Salud por la Universidad de Barcelona.

[2] Liliana Claudia Delgado, coordinadora del Área de Investigación. Economista, magíster en Cooperación Internacional al Desarrollo por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

[3] Ana Sofia Zea Ruiz, economista y politóloga por la Pontificia Universidad Javeriana.

Resumen

El presente artículo aborda la visión y desafíos del sistema de salud en Colombia, desde un concepto novedoso denominado campo de atención como un método para abordar el espacio en blanco generado por un contexto influenciado por la incertidumbre y distracción de los actuales tiempos. El método Campo de atención se construye a partir de tres dimensiones temporales de análisis: Experiencia, que es el aprendizaje del pasado y del conocimiento empírico, especialmente de la pandemia por COVID-19, identificando aciertos y áreas de mejora; Perspectiva, que combina pasado y presente mediante estudios técnicos para fundamentar decisiones; y Prospectiva, que visualiza el futuro, ideando cambios y estableciendo acciones para alcanzar visiones a largo plazo.

El campo de atención se articula también se articula en tres categorías de redes cognitivas: ejecutiva, orientación y alerta. La red ejecutiva promueve la visibilidad, coordinación y ampliación de ámbitos, trascendiendo lo meramente hospitalario y abordando el sistema de salud en su conjunto. Además, subraya la importancia de fomentar la calidad y entrega de valor al paciente. La red de orientación enfatiza la importancia de la sostenibilidad del sistema de salud, discute la necesidad de una reforma profunda que trascienda los cambios legislativos, y propone la Ruta lógica hacia una salud progresiva como el camino hacia esta transformación. Finalmente, en la red de alerta se subraya la importancia de la atención primaria de salud, reconociendo su papel crucial en la respuesta a la pandemia y en la promoción de la salud pública, así como la necesidad de abordar la importancia de servicios altamente vulnerables y esenciales para el bienestar de la sociedad.

En conjunto, estas propuestas buscan alcanzar un óptimo de salud, centrado en mejorar el sistema de salud y garantizar el bienestar integral de la sociedad.

Palabras clave: incertidumbre, sistema de salud, campo de atención, campo de atención de atención, reforma, sostenibilidad, atención primaria, salud pública.

Abstract

This document elucidates both the vision and challenges confronting the health system in Colombia, employing an innovative concept termed «field of attention » this methodology tackles the ‘blank space’ within a context overshadowed by modern-day uncertainties and distractions. The «Field of attention» method is constructed upon three Temporal Dimensions of Analysis: «Experience,» which assimilates knowledge from the past and empirical understanding, particularly from the pandemic, identifying successes and areas necessitating improvement; «Perspective,» which amalgamates past and present through technical studies to substantiate decisions; and «Foresight,» which envisages the future, conceiving changes and establishing actions to realize long-term visions.

Furthermore, the field of attention is articulated into three network categories: executive, orientation, and alert. The executive network fosters visibility, coordination, and expansion of scopes, transcending mere hospital environments and addressing the health system in its entirety, while also underscoring the imperative of enhancing quality and delivering value to the patient. Pertaining to the orientation network, it accentuates the significance of the sustainability of the health system, debates the necessity for a profound reform that surpasses legislative alterations, and proposes the «Logical Path to Progressive Health» as the trajectory towards this transformation. Lastly, the alert network underscores the paramountcy of a revolution in primary health care, acknowledging its pivotal role in responding to the pandemic and in advocating public health, as well as the exigency to address the importance of highly vulnerable, essential services for societal well-being. Collectively, these proposals aspire to attain an optimum of health, centered on ameliorating the health system and ensuring the comprehensive well-being of society.

 

Keywords: uncertainty, health system, field of attention, reform, sustainability, primary care, public health.

I. ESPACIO EN BLANCO

La falta de un conocimiento seguro sobre el resultado que tendrá un suceso genera en los individuos lo que comúnmente se conoce como incertidumbre, que justamente está ligada a la intranquilidad generada por la falta de certeza sobre algo y los espacios en blanco que dejan los vacíos de información. En la actualidad, son varios los ejemplos de sucesos que generan incertidumbre, tales como: los conflictos bélicos, los pronósticos sobre una recesión económica, la crisis energética, el cambio climático, la pandemia por la COVID-19, los cambios políticos, entre otros, han llevado a que sea común escuchar hablar de este concepto en distintos espacios tanto académicos como gubernamentales.

La incertidumbre es un concepto que ha tenido una connotación negativa, lo que se puede ver en los diversos estudios realizados para mostrar los efectos nocivos que esta tiene en campos como la economía, la sociedad y lo político, que abarcan desde el estrés y la ansiedad hasta un alto riesgo en la toma de decisiones, inseguridad y un impacto significativo en la planificación a mediano y largo plazo. En últimas, estos efectos nocivos generan aversión, dado que las personas, ante la falta de información y no poder tener una rápida respuesta, se juzgan desde una posición débil, generando con ello resistencia a situaciones bajo incertidumbre (Jackson, 2018; Sconnes, 2019).

Dicha aversión se controla a través de diferentes acciones, siendo la primera, la negación de la incertidumbre, de forma tal que, al no reconocer la duda, se disminuya la desconfianza o la parálisis que se podría generar con esta (Loayssa & Tandeter, 2001). Otro de los mecanismos utilizados para disminuir la incertidumbre es la búsqueda de respuestas automáticas mediante el favorecimiento de uso de herramientas que las otorgan de manera instantánea, las cuales son validadas socialmente, por lo que no se da el espacio para profundizar en más preguntas (Jackson, 2018). Por último, también se tienen aquellas acciones que están enfocadas en la generación de confianza como las regulaciones, normativas y protocolos que llevan a una sensación de control sobre posibles escenarios inciertos (Sconnes, 2019).

En la literatura disponible, se encuentra que la incertidumbre tiene efectos negativos sobre la salud mental de las personas, lo que genera tensiones emocionales que pueden derivar en una ansiedad patológica (Rodríguez, 2021). De igual forma, se evidencia que este fenómeno se encuentra en diversos sectores, como el de los líderes empresariales y el de los trabajadores de la salud (Salgado Cabezas et al., 2022; Juárez-García, 2020; Plambeck & Weber, 2010), lo que nuevamente es reflejo de la dificultad que tienen las personas para desligarse de la aversión a la incertidumbre y la percepción de vulnerabilidad que genera.

Sin embargo, también existen visiones contrarias, desde las cuales la incertidumbre es positiva. Una de estas visiones es la que expone la autora Maggie Jackson (2018), quien la presenta de forma beneficiosa para el pensamiento crítico y la creatividad, ya que es un estado en el que las personas se encuentran en alerta por lo desconocido y abiertas a los nuevos aprendizajes que pueden obtener, por lo que se considera como un “buen estrés”. De esta forma, se puede dejar de lado el enfoque aversivo, para abrazar la incertidumbre, y de esta manera encontrar el valor que tienen los espacios en blanco, siendo flexibles, saliendo de las zonas de confort, acercándose a lo propuesto por Kahneman (2011) en su libro Thinking fast and slow, donde hay que pensar despacio, alejarse un poco y reflexionar para producir mejores respuestas.

De igual forma, Jackson (2010) propone otro tema que complejiza la incertidumbre: la distracción, asociada a tener múltiples tareas dispersas, ejecutadas al mismo tiempo. En la actualidad, las personas se encuentran expuestas a una multiplicidad de estímulos e información de acceso inmediato, por la facilidad de conexión que permiten las nuevas tecnologías que, a su vez, han transformado la forma del relacionamiento entre individuos. Estas dinámicas tienden a ser justificadas por medio de las virtudes y el potencial que tiene la tecnología y el ser multitarea; sin embargo, para Jackson (2010) esto ha llevado a una cultura de difusión social, fragmentación intelectual y desapego sensorial, así como a una inmersión en la virtualidad que lleva a que las personas cada vez usen menos sus sentidos para comprender lo relevante, lo que ha causado una pérdida generalizada de la atención, considerada una de las tragedias de la era actual.

Es importante destacar que el sector salud no está exento del escenario de incertidumbre y desatención. En el ámbito global, enfrentamos un incremento insostenible en los costos de salud, crisis y reformas en los sistemas sanitarios. En Colombia, a esta situación se suman cambios gubernamentales y, por supuesto, el impacto significativo de la pandemia que alteró la operación habitual de la atención en salud.

Dentro del ámbito de las políticas públicas y el sector salud, la incertidumbre y la distracción pueden ser visualizadas como “espacios en blanco” en el vasto mapa de la gestión y planificación. Estos espacios, a menudo percibidos como vacíos o áreas sin resolver, en realidad representan oportunidades para la innovación y la reinvención. En este lienzo de posibilidades, los líderes y gestores del sector salud y políticas públicas tienen la oportunidad de trazar nuevas rutas, de diseñar intervenciones que no solo respondan a las necesidades inmediatas, sino que también construyan un futuro más inclusivo, equitativo y saludable.

En lugar de permitir que estos espacios en blanco nos detengan, podemos considerarlos como áreas que requieren una atención especial, donde la falta de certezas se convierte en una invitación a la colaboración interdisciplinaria y la co-creación de soluciones.

II. CAMPO DE ATENCIÓN

Ante el panorama anteriormente descrito, se requiere un enfoque integrado tanto a nivel macro (políticas públicas y reformas profundas) como a nivel micro (virajes administrativos y cambios de estrategias) en los agentes del sector, en especial en las instituciones hospitalarias. Desde la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) se enuncia la necesidad de proporcionar un método, para afrontar y manejar las dificultades que enfrenta el sistema de salud ante un escenario de incertidumbre; así, se plantea que el espacio en blanco que deja la incertidumbre y la distracción se puede llenar mediante ideación, construyendo diversos escenarios, para ello es necesario un método que en este caso hemos denominado campo de atención el cual se operativiza a partir de tres dimensiones temporales de análisis y  tres redes de atención cognitiva, conceptos que se explicaran a continuación.

1. Redes de atención (cognitivas)

Ante la incertidumbre y la distracción, se propone como antídoto recuperar la ‘atención’, definida por el psicólogo y filósofo William James como “la toma de posesión por parte de la mente, en forma clara y vívida, de uno de lo que parecen varios objetos o trenes de pensamiento simultáneamente posibles, lo que implica retirarse de algunas cosas para tratar eficazmente con otras” (James, 1890, pp. 403-404).

En complemento, el psicólogo y neurocientífico cognitivo Michael Posner ha realizado importantes contribuciones a la comprensión de la atención y su papel en el cerebro. Sus ideas apuntan a la idea de que la atención es un proceso que involucra diferentes áreas del cerebro, y que estas áreas están interconectadas en una red (Posner, 1980). Asimismo, la atención está relacionada con la voluntad y también con la propia capacidad de asombro de los individuos de interesarse por algo. En suma, la atención es un proceso cognitivo crucial que permite enfocar la consciencia y atención en un estímulo específico, ya sea de manera voluntaria o involuntaria, y es fundamental para la percepción y la acción.

La teoría de las redes de atención de Posner (1980) describe cómo las áreas del cerebro interactúan para permitir que un individuo pueda concentrarse en un estímulo y filtrar la información no deseada; igualmente, define la atención como un sistema de órganos similar a nuestro sistema respiratorio o circulatorio, en donde el cerebro se compara con el director, que dirige la mente, y se compone de tres redes, a saber: orientación, ejecutivo y alerta, cada una de las cuales tiene distintas funciones y estarían asociadas a diferentes áreas cerebrales; pero fuertemente interconectadas entre sí.

 

Si las tres redes de atención son comparables a un sistema de órganos, entonces la primera red, la orientación, es equivalente a una “boca cognitiva”, una puerta de entrada a la percepción; en otras palabras, se trata de un explorador, que se enfoca permitiéndonos percibir algo nuevo, girar la atención hacia él y determinar su importancia. La segunda red, la ejecutiva, promociona la selección y el control, con una especialidad en resolución de conflictos y captura de errores. Se traduce en habilidades de control, juicio y planificación.

Por último, la red de alerta es la red de guardia, el cuidador que enciende y apaga las luces en el cerebro, cuya función es la vigilia, manteniendo un nivel de conciencia a lo largo del tiempo, con el fin de anticipar el siguiente estímulo y responder de una manera acertada en tiempos de respuesta cortos.

2. Dimensiones temporales de análisis

Las Dimensiones Temporales de Análisis se refieren a un enfoque o marco que contempla diferentes tiempos (pasado, presente y futuro) para analizar, comprender y proyectar fenómenos o situaciones. Estas dimensiones para el presente documento son:

  • Basados en el pasado y a partir del conocimiento empírico, es esencial analizar y aprender de la reciente experiencia, especialmente en relación con la pandemia. Esto implica reconocer lo que se ha ganado, identificar áreas que requieren ajustes y señalar prácticas intolerables que deben ser erradicadas.
  • Basado en el pasado y presente con una visión panorámica y a través de estudios técnicos y profundos, se pueden obtener evidencias cualitativas y cuantitativas que orienten y fundamenten las decisiones ofreciendo una base sólida para la formulación de políticas y estrategias. La ACHC, con su estudio Rasgos Distintivos de los Sistemas de Salud, ha proporcionado insights valiosos en este sentido.
  • Imaginar un futuro y traerlo al presente es esencial. Se trata de idear cambios, visualizar escenarios próximos y establecer acciones presentes que conduzcan a esas visiones a largo plazo.

En conjunto, las Dimensiones Temporales de Análisis ofrecen un marco holístico que abarca diferentes etapas temporales, en conjunto, aportan insumos e información sustentada para abordar los desafíos actuales y futuros en el ámbito de la salud y las políticas públicas.