Los avances tecnológicos deben ser el norte que guíen la innovación en la salud, para así poder brindarle un servicio a los pacientes de calidad y cómodo
Las tasas de supervivencia del cáncer indican el porcentaje de personas que sobreviven a un determinado tipo de cáncer durante un período específico. Por su parte, el cáncer de pulmón requiere un alto cuidado, puesto que un paciente diagnosticado en etapa 1A tiene una probabilidad de supervivencia del 73 % a cinco años, y un paciente en etapa 2B tiene un 36 % de supervivencia en el mismo período[1]. Debido a los síntomas silenciosos y diagnósticos tardíos, el cáncer de pulmón se ubica entre una de las principales causas de muerte dentro de las variantes del cáncer.
Alrededor del 80 %[2] de los pacientes son diagnosticados en los estados 3 o 4, donde solo es posible el tratamiento paliativo. Sin embargo, el diagnóstico puede ser significativamente más eficaz si la enfermedad se detecta antes de los estados 1 o 2, etapa en la cual se puede iniciar un tratamiento oportuno.
Cabe destacar que existen factores de riesgo que deben ser considerados cuando se trata del surgimiento de esta enfermedad. Dado que las personas son diagnosticadas en promedio sobre los 71 años, la edad es un factor para tener en cuenta. En segunda y tercera instancia, los antecedentes familiares y el hecho de ser fumador activo o pasivo incrementan las posibilidades de padecer cáncer de pulmón.
De acuerdo con la tendencia sostenida de factores de riesgo en este tipo de cáncer, el sector salud se ha comprometido con impulsar la innovación para impactar sobre la calidad de vida, los tiempos de tratamiento y la precisión de los resultados, gracias a las alternativas tecnológicas como la tomografía computarizada (TC) que se adapta a diferentes necesidades.
Esta alternativa de diagnóstico genera comodidad y permite procesos menos invasivos en el cuerpo. La tomografía, sin duda, mejora la experiencia del paciente, reduciendo los riesgos y dejando a un lado los miedos asociados a los exámenes médicos. Con el avance tecnológico, los tiempos de los tratamientos son menores y, gracias a la inteligencia artificial, los médicos pueden identificar lesiones pulmonares, calcular el volumen, el diámetro 2D y 3D, y la carga tumoral. “Contar con resultados precisos en corto plazo está permitiendo que clínicos tomen decisiones anticipadas en el diagnóstico e impacten la vida y recuperación de los pacientes”, comentó John Carrillo, director de Tomografía Computarizada para Siemens Healthineers, Latinoamérica.
“El manejo del paciente oncológico es fundamental en cada etapa y su camino médico debe empezar por un diagnóstico precoz, con el fin de definir un tratamiento adecuado que le permita retomar su vida después de ganar la batalla. Es muy gratificante ver cómo la tecnología impacta en la experiencia, el tiempo de tratamiento y la precisión de los resultados. Sin duda alguna, los avances tecnológicos son un imperante del sector salud para el bienestar de la población”, cierra Carrillo.
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