La gestión de residuos hospitalarios emerge como uno de los desafíos ambientales más críticos del siglo XXI. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los centros médicos generan aproximadamente 2,5 millones de toneladas anuales de desechos peligrosos a escala global, incluidos materiales infecciosos, químicos tóxicos y plásticos de un solo uso, que representan el 15% del total de residuos sanitarios. Este impacto se agrava si consideramos que, según un informe del 2024 de Naciones Unidas, el sector salud contribuye con cerca del 4,6% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), equivalente a la huella de carbono de 514 centrales eléctricas de carbón. Además, estudios recientes publicados en The Lancet revelan que el 70% de los países en desarrollo carece de sistemas adecuados para tratar estos residuos, lo que deriva en la quema al aire libre o el vertido en ecosistemas frágiles. Ante esta realidad, urgen modelos de gestión circular que prioricen la reducción de plásticos, la esterilización segura y la integración de tecnologías bajas en carbono.
El humo quirúrgico: un riesgo invisible
El humo quirúrgico (también conocido como “pluma quirúrgica”) es el subproducto gaseoso generado durante procedimientos que utilizan dispositivos térmicos como electrobisturí, láser quirúrgico o bisturí ultrasónico. Este humo contiene más de ochenta compuestos tóxicos conocidos, además de partículas biológicas, células viables y virus.
Composición del humo quirúrgico
Según estudios publicados por la Occupational Safety and Health Administration (OSHA) y la Association of periOperative Registered Nurses (AORN), el humo quirúrgico puede contener:
Riesgos comprobados para el personal quirúrgico
La transición hacia quirófanos ecoeficientes requiere soluciones tecnológicas que combatan simultáneamente el volumen de residuos (≈ 2.,5 millones de toneladas/año) y la dependencia de plásticos (85% de los insumos quirúrgicos).
Sistemas de Gestión de Residuos In Situ: el caso Neptune® de Stryker
El sistema Neptune® redefine la gestión intraoperatoria mediante las siguientes acciones:
Resultados clave (estudio multicéntrico en The New England Journal of Medicine, 2025):
La tecnología de Neptune®, junto con SafeAir® de Stryker, proporciona succión para lápices de evacuación de humo fácilmente transportables para usar en el quirófano. Este sistema permite personalizar las configuraciones de rendimiento para satisfacer las necesidades de diversos cirujanos, pacientes y procedimientos. No solo evacúa el humo, sino que también succiona y bloquea rápida y eficientemente el sitio quirúrgico y los fluidos del suelo. El resultado es una forma sencilla de realizar múltiples tareas simultáneamente, mientras se reduce la exposición a riesgos potenciales, desde el piso hasta el aire que se respira.
Conclusión
La convergencia entre avances tecnológicos, políticas regulatorias y conciencia ecológica está redefiniendo el paradigma de la cirugía moderna. Los quirófanos, antes considerados puntos críticos de contaminación debido al uso intensivo de plásticos (85% de insumos) y a una gestión ineficiente de residuos (≈ 500 kg diarios por hospital), hoy emergen como laboratorios de innovación circular.
Referencias
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