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DE LOS PACIENTES
Guía de preparación para cuidadores de pacientes en caso de desastres
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La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) de Estados Unidos y el Instituto Rosalynn Carter para Cuidadores (RCI, por sus siglas en inglés) crearon la Guía de Preparación para Desastres para Cuidadores, con el objetivo de ayudar a vencer los obstáculos particulares que pueden presentarse durante este tipo de eventos. La guía propone tres pasos esenciales: evaluar las necesidades, conectar con un grupo de apoyo y crear un plan, los cuales pueden ayudar a los cuidadores a sentirse más preparados para asumir el control al momento de un desastre. La Guía de Preparación para Desastres para Cuidadores ofrece información específica y recursos para tres tipos principales de cuidadores: las personas que pueden incluir a quien cuidan en su planificación, las personas que pueden estar en contacto con un grupo de apoyo que ayude en la planificación y cuidadores que trabajan solos. Esta diferenciación permite brindar consideraciones clave que los cuidadores pueden usar para identificar las necesidades de la persona que cuidan y cómo esto puede cambiar durante un desastre.  

Paso 1. Tome el control: identifique obstáculos y riesgos

Un cuidador está acostumbrado a manejar lo inesperado, pues sabe que las circunstancias pueden cambiar rápidamente y que los planes deben ajustarse según las necesidades de la persona que cuida. Por tanto, el cuidador debe aprovechar toda su experiencia para ayudarle a la persona que cuida a prepararse para la respuesta en caso de desastres y emergencias. Los cuidadores y sus redes de apoyo tienen una perspectiva única del día a día de las personas que cuidan. Sin embargo, en muchas ocasiones es fácil perder de vista algunos de los obstáculos que pueden surgir; por eso, entender los riesgos únicos de la persona que cuidan, es vital a la hora de personalizar un plan exhaustivo de preparación para enfrentar desastres.  

Paso 2. Tome el control: aprenda y conecte

Después de evaluar los obstáculos, riesgos y necesidades que la persona que cuida pudiese afrontar, el segundo paso es diseñar un plan de respuesta que le permita evaluar las funciones de preparación que puede desempeñar, aprender sobre los recursos para satisfacer esas necesidades y brindar orientación sobre cómo promover un enfoque colaborativo sobre la preparación. Si es un cuidador que trabaja solo, debe empezar a desarrollar conexiones y crear una red de apoyo que le permitirá a usted y a la persona que cuida ser más resilientes al momento de enfrentar barreras y obstáculos.  

Paso 3. Tome el control: haga un plan e involucre apoyos

Luego de una evaluación exhaustiva de los riesgos y de identificar los recursos disponibles para usted y la persona que atiende, el cuidador debe hacer un plan de emergencia para responder en caso de desastres. Esto incluye crear un kit de preparación para desastres y establecer un protocolo para el desalojo o para el desplazamiento hacia un refugio o lugar seguro. En el diseño del plan deberá incluir a la persona a quien cuida de la manera que sea posible, al igual que a familiares y amistades y cualquier red de apoyo que haya constituido.