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Los entes territoriales: agentes fundamentales en la implementación del PAI en Colombia
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Uno de los grandes articuladores de los programas de vacunación en el país son los entes territoriales, los cuales coordinan y controlan el despliegue de las políticas públicas de salud. Hospitalaria dialogó con las Secretarías de Salud de Antioquia y Bogotá, que coinciden en afirmar que los retos inmediatos se deben enfocar en recuperar los indicadores de vacunación alcanzados en el país antes de la pandemia y seguir fortaleciendo y ampliando el PAI.

Antioquia intensifica acciones para recuperar coberturas útiles de vacunación en el marco del PAI

Con jornadas de vacunación mensuales en los municipios y actividades intramurales y extramurales como visitas a domicilio, brigadas en zonas lejanas, capacitación a vacunadores y promoción constante del PAI, Antioquia busca recuperar las coberturas útiles que bajaron durante la pandemia y la pospandemia entre el 2020 y el 2023 (tabla 1).

Blanca Isabel Restrepo Velázquez, coordinadora del Programa de Vacunación de la Secretaría Departamental de Salud de Antioquia, explica que en los cinco años anteriores al 2020 se tenían buenas coberturas en el departamento con la vacuna de triple viral al año de edad (95, 94,9, 95,3), situación que cambió después de la pandemia. Añade que también se tenían buenas coberturas con el indicador trazador SRP (sarampión, rubeola y paperas), lo que refleja el panorama de coberturas en toda la población: si un niño cumple el año de edad sin estar vacunado con SRP, debe recibir esa y las otras vacunas que le corresponden a esa edad, y hay que revisar que tenga todas las vacunas para menores de un año porque son trazadoras.

Al respecto, indicó la coordinadora: “el número de vacunadores en tiempo de pandemia disminuyó. Teníamos vacunadores para el Plan de Vacunación Programa Permanente y para el Plan de Vacunación COVID que demandaba todo el talento humano disponible; para soportar esa demanda de vacunadores se hizo convocatoria y capacitación virtual con el SENA. Y municipios que no tenían vacunador COVID le recargaban todo al del Programa Permanente del PAI, que no daba abasto para aplicar el acúmulo de esa vacuna; atendimos ambos frentes, pero mientras vacunación COVID aumentaba constantemente, el Programa Permanente bajaba. Eso también afectó las coberturas”.

Pese a las dificultades, en Antioquia durante el 2020, en plena pandemia, se hicieron jornadas de vacunación en enero y abril y de intensificación de septiembre a diciembre. En el 2021 se llevaron a cabo jornadas en enero y agosto, la Semana de Vacunación de las Américas en abril, intensificación de septiembre a diciembre, campaña de influenza y campaña de vacunación contra sarampión y rubeola. En los puestos de vacunación y en las jornadas se contaba con una mesa para vacunación COVID-19 y una mesa para vacunación del Programa Permanente; cuando se restablecieron la economía y el turismo, se dispuso un puesto de vacunación en eventos masivos y ferias, y en las iglesias durante Semana Santa.

Además, en Antioquia desde el 2023 se empezaron a hacer jornadas departamentales mensuales, procurando atender con mayor frecuencia a comunidades indígenas y campesinas alejadas y dispersas. Asimismo, con estas jornadas se busca atender población renuente a vacunarse, insistiendo casa a casa y promoviendo que las EPS identifiquen a las personas susceptibles y las remitan al servicio de vacunación o les informen sobre los puestos de vacunación en las jornadas.

La coordinadora del Programa de Vacunación en Antioquia advierte que, a pesar de haber avanzado mucho en la recuperación de coberturas, el departamento todavía no ha alcanzado coberturas útiles como corresponde: “todavía no estamos recuperados del todo. En vacunación es más difícil recuperar lo perdido que sostenerse; se sostiene fácil porque se tiene la cultura, los medios, la gente motivada, porque funciona, porque el talento humano está ahí. Pero cuando se pierde da mucha brega recuperar coberturas, es muy difícil recuperar lo perdido”.

Las coberturas de vacunación en Antioquia también se vieron afectadas por el déficit en insumos, la no entrega de vacunas suficientes como DPT y TD, y la escasez de vacuna de varicela durante un tiempo. Otro aspecto que afecta enormemente al PAI es el cambio generacional, porque se están jubilando los vacunadores en municipios medianos y pequeños que trabajaron toda su vida en el programa y conocían bien a la población. Y un factor a tener en cuenta: hay disminución de la natalidad; nacieron menos niños en los años 2021, 2022 y 2023, por lo que la población infantil a vacunar es menor.

Otro aspecto que dificulta la recuperación de coberturas es el cambio de edades para algunas vacunas. En enero del 2023 el Ministerio de Salud y Protección Social cambió las edades de aplicación de la vacuna SRP y para el refuerzo de pentavalente, y sustituyó la vacuna del refuerzo oral de polio a inyectable; hacer esas modificaciones mientras se trata de recuperar coberturas implica mayor esfuerzo en cuanto a la capacitación del talento humano. El refuerzo de triple viral que era a los 5 años, en el 2023 se pasó a los 18 meses; por tanto, no se logró cobertura con ese refuerzo y parece que no se alcanzará la proyección en el 2024. Y la dosis de SRP que se aplicaba a los 5 años se pasó al año, entonces quedaron sin vacunar niños de 2, 3, 4 y 5 años, por lo que hay que buscarlos en un trabajo conjunto con escuelas, hogares infantiles, jardines, guarderías y el ICBF.

Recomendaciones para avanzar en la recuperación de indicadores

La coordinadora del Programa de Vacunación en Antioquia formula varias recomendaciones para avanzar en la recuperación de coberturas útiles:

 

  1. Para las autoridades de gobierno y de salud: hacer el cálculo de vacunadores que se necesitan de acuerdo con las estrategias que den resultado, para que la IPS vacunadora y el municipio tengan el número suficiente de vacunadores.

 

  1. Para las IPS vacunadoras particulares de la red de las EAPB que implementan el PAI: habilitar la vacunación intramural y extramural en todas las modalidades, con atención domiciliaria, jornadas y puestos móviles para buscar personas susceptibles.

 

  1. Para el Ministerio de Salud y Protección Social: comprar suficientes vacunas para que estén disponibles y las aplique. Es importante que considere que no hay mucha receptividad para aplicar la vacuna COVID-19, frente a lo cual dice la coordinadora: “apenas se está iniciando la aplicación de vacuna COVID a los niños de 6 meses, pero las mamás que no querían la vacuna para ella ni para el adolescente ni para el niño, no la quieren para el de 6 meses. Hay que incorporarla con calma como nueva vacuna del esquema PAI”.

 

  1. Cuando haya cambio de Gobierno y cambien los vacunadores, es importante que se contraten personas con suficientes competencias laborales y experiencia, que los nuevos funcionarios tengan una inducción al menos de tres meses para conocer la población, las estrategias y cómo prestar el servicio. Explica Restrepo Velásquez: “cuando hay cambio de vacunador, en tres meses las coberturas se van al suelo, empiezan a bajar porque no hay continuidad en el proceso, la población tiene mucho sentido de pertenencia con el vacunador de siempre y le da brega aceptar otra persona”.

 

Restrepo Velásquez concluye: “el proceso de vacunación PAI en Antioquia funciona. Necesitamos compromiso de todas las personas porque la vacunación es de todos. El sector educativo, que alberga mucha de la población, debe ponerse alerta y convertirse en aliado de la vacunación; los presidentes de Juntas de Acción Comunal deben notificar cuando les llega nueva población. Y resolver el tema con la población venezolana, porque las mamás alteran el carnet de vacunación con registros de vacunas no aplicadas o llegan varios niños con el mismo carnet, entonces debe iniciarse la aplicación del esquema de vacunación y dar citas consecutivas hasta completarlo”.

El PAI de Bogotá es líder en actualización e innovación en el país

“Bogotá ha sido pionera y líder de la actualización y de la innovación en el PAI en el país”, afirma Julián Fernández Niño, subsecretario de Salud Pública de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, quién explica que si bien el PAI de Colombia es uno de los mejores de la región, el de Bogotá es de los que ha logrado mejores coberturas y ha generado grandes apuestas como la incorporación de nuevas vacunas que no estaban en el programa (como rotavirus y neumococo para adultos mayores), constituyendo un ejemplo de su vocación por la modernización.

“El PAI de Bogotá es un programa ejemplo para el país e incluso para el mundo, que enfrenta desafíos diferentes a los de otras ciudades como el fenómeno migratorio y el desplazamiento interno de comunidades que nos ponen un reto mayor al aumentar la población a vacunar. Este programa se modernizó pero tiene que seguir modernizándose; necesita mayor coordinación con Bogotá-región, puede hacer transferencia de lecciones aprendidas exitosas a otros municipios, y va a la vanguardia y es pionero ante lo que se hace a nivel nacional”, indicó el subsecretario.

Fernández Niño reconoce que el éxito del programa obedece al esfuerzo que han mantenido los gobiernos de Bogotá con sus distintos enfoques y que el desafío es seguir mejorando el PAI, para conservar las capacidades técnicas que vienen desde hace muchos años y procurar tener un PAI cada vez más actualizado en biológicos y estrategias para captar la población susceptible a vacunar.

Para Marcela Martínez, subdirectora de Acciones Colectivas de la Secretaría Distrital de Salud, el PAI de Bogotá es uno de los que presenta más fuerza y estandarización en Colombia: “el fortalecimiento se da desde los componentes del programa que generan acciones de comunicación, información, fortalecimiento técnico y articulación con la prestación de servicios de salud, porque si bien la Secretaría de Salud es entidad rectora, las acciones del PAI las operan las EPS y su red prestadora”.

Y es enfática en afirmar que el PAI no puede ejecutarse solo, como si fuera un programa aislado: “el PAI no se puede hacer solo, coinciden en su ejecución otros actores como las secretarías de Educación e Integración Social, y Bienestar Familiar. En los últimos 10 años ese fortalecimiento se reflejó en inyección de recursos para el PAI y en fortalecimiento de los equipos extramurales que en conjunto con las Subredes Integradas de Servicios de Salud se organizan para llegar a las zonas más lejanas a potenciar esa búsqueda activa de personas que no han accedido a la vacunación”.

Se busca recuperar coberturas efectivas

Fernández Niño señala que, de acuerdo con los resultados de la Encuesta de Vacunación que se hace dos veces al año, en el 2019 la cobertura en menores de un año con el biológico trazador de las tres pentavalentes estaba en el 94,6%; en niños de un año la trazadora es la primera triple viral y estaba en el 93,5% y en niños de 5 años cerró ese año en el 83,6%. Estas cifras indican que antes de pandemia las coberturas se mantenían en unos rangos de coberturas efectivas.

Durante la pandemia en el 2020 y el 2021 disminuyeron las coberturas, sobre todo en el último año, indica el subsecretario: “los datos por cumplimiento de meta bajaron al menos cinco puntos en algunas vacunas. Eso fue un fenómeno global, un fenómeno compartido por la crisis de la pandemia, porque la gente no quería ir a los servicios de salud por temor a contagiarse de COVID-19, las coberturas cayeron por el confinamiento y por el impacto a los sistemas de salud”. Agregó que en el 2023 se empezaron a recuperar coberturas y que a la fecha en el 2024 es muy temprano para evaluar, pero el desafío es mantener coberturas efectivas a final de año.

La vacuna que necesita más esfuerzo dada la tendencia histórica es VPH, que cayó muchísimo en el 2016 hasta el 7,3%, después del evento de Carmen de Bolívar, y en el 2022 llegó solo al 40%. Por eso un trabajo muy importante es recuperar las coberturas de VPH que siempre están más abajo de las demás, indicó el subsecretario: “estamos haciendo esfuerzos para afianzar a las familias con la vacunación contra el VPH y hemos realizado operativos en instituciones educativas del Distrito”.

Agregó que es necesario ampliar el rango de edad para esta vacuna en niños varones de la ciudad: “tenemos el convencimiento de que esta acción puede incrementar las coberturas contra el VPH; es un tema de corresponsabilidad con la mujer. El Ministerio de Salud nos escuchó y recibimos la notificación de que podremos vacunar a los niños desde los 9 hasta los 14 años. Estamos a la espera del lineamiento para avanzar en este proceso, pero aún no lo hemos recibido”.

Estrategias para recuperar coberturas efectivas

El subsecretario reiteró que lo primero es reconocer la vacunación como una prioridad no solo de salud sino de todos los sectores; por tal razón en el Plan Distrital de Desarrollo se incluyó la reducción de mortalidad infantil como una meta estratégica intersectorial. En ese propósito se renovarán alianzas estratégicas y operativas con las secretarías de Educación e Integración Social y con el ICBF, para hacer muchos más operativos en jardines escolares, colegios, universidades, centros de protección del adulto mayor y centros de protección de primera infancia del ICBF.

También se renovará la estrategia de comunicación: ahora se llama “Vacúnate y sé un vacán”, donde una familia de vacas promueve en los niños la confianza en la seguridad de las vacunas. En alianzas con el sector privado, con Asoparques y con sociedades científicas como la Liga Contra el Cáncer y la Asociación Colombiana de Pediatría se organizan seminarios de actualización y campañas educativas. Y con el área de Aseguramiento se realizará la búsqueda nominal de las cohortes de personas susceptibles de vacunar, uno a uno, para desplegar con georreferenciación la vacunación de esta población con las EAPB, con las EPS y con la entidad territorial correspondiente.

Marcela Martínez aclara que debe hacerse seguimiento a estas estrategias para que sean efectivas; para ello se mantiene la Mesa Territorial de Vacunación que nació en pandemia como escenario de encuentro y verificación de compromisos. En este escenario también está el equipo de Aseguramiento, que hace seguimiento a los nominales y hace inspección y vigilancia a las IPS y las EAPB en su responsabilidad de gestión del riesgo individual para vacunar a la población objeto del programa que es beneficiaria de las 22 vacunas que protegen contra más de 27 enfermedades.

Recomendaciones para fortalecer el PAI en el país

Fernández Niño formula algunas propuestas orientadas a fortalecimiento del PAI en Colombia. Para tal efecto, se han enviado oficios al Ministerio de Salud y Protección Social:

 

  1. Es necesario aprobar una vacuna contra la COVID-19 para mujeres gestantes; el ministerio puede tramitar el permiso como prioridad de salud pública ahora que hay mucha evidencia de la seguridad de esa vacuna.
  2. Con acompañamiento de la Liga Contra el Cáncer y la Asociación Colombiana de Pediatría se solicitó al ministerio ampliar el rango de edad de vacunación contra VPH a niños de 9 a 17 años. La efectividad se logra vacunando mujeres y hombres, porque estos transmiten el virus.
  3. Revisar la actualización de algunas vacunas como la de neumococo por otras más costo-efectivas. En Bogotá se hizo un piloto con la aplicación de la vacuna hexavalente en 900 niños; se sugiere al ministerio avanzar en la adquisición de la vacuna hexavalente para todo el país. Al principio esa vacuna estaba pensada para prematuros, pero hay evidencia de que también podría ser una buena opción costo-efectiva para otros niños menores de un año.
  4. Considerar la vacunación contra el virus sincitial respiratorio para gestantes, que impactaría la mortalidad infantil.
Bibliografía

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