El Hospital Universitario de la Samaritana (HUS), institución de referencia en el departamento de Cundinamarca y a escala nacional en atención de alta complejidad, cuenta con una gestión hospitalaria robusta, sustentada en pilares estratégicos como la calidad asistencial, el fortalecimiento del talento humano, la innovación tecnológica y la sostenibilidad financiera. Uno de los principales distintivos del HUS en el ámbito nacional e internacional es su modelo de gestión por procesos, alineado con estándares de acreditación en salud bajo la metodología de Icontec y enfocado en la obtención de resultados en salud centrados en la experiencia del usuario.
Cabe resaltar que el HUS cumple una labor social fundamental al brindar atención especializada y oportuna a una población vulnerable y de escasos recursos del orden departamental, contribuyendo así al cierre de brechas en el acceso a servicios de salud de alta complejidad.
Otro aspecto diferenciador es que el HUS ha logrado una articulación efectiva entre las dimensiones técnicas, administrativas y humanísticas del cuidado, con énfasis en la humanización de los servicios y la satisfacción del usuario. Esta orientación estratégica ha permitido que los usuarios reciban una atención integral, oportuna y segura, lo que se refleja en indicadores como la disminución de eventos adversos, la adherencia a guías de práctica clínica y una positiva percepción de los servicios, conforme con los reportes de auditorías interna y externa como las de Icontec y entes territoriales.
Desde el punto de vista clínico, el hospital ha fortalecido la conformación de equipos multidisciplinarios altamente especializados, con protocolos estandarizados y gestión del conocimiento basada en la evidencia científica. Esto es clave para mejorar desenlaces clínicos, como la reducción de la estancia hospitalaria innecesaria, el control de infecciones asociadas a la atención en salud y la atención eficaz en patologías de alta complejidad. A nivel operativo, la implementación de la historia clínica electrónica interoperable, el sistema de referencia y contrarreferencia optimizado, y la automatización de procesos administrativos han facilitado la toma de decisiones informada, en tiempo real, mejorando la eficiencia y la transparencia institucional. Estos logros tienen impactos directos en los pacientes: mejor oportunidad diagnóstica, reducción de tiempos de espera, continuidad en los tratamientos y un entorno asistencial más seguro. Asimismo, los procesos de atención están diseñados para respetar la dignidad del paciente, garantizar la confidencialidad y fomentar su participación activa en las decisiones clínicas, lo cual eleva el estándar de la atención centrada en la persona. El enfoque de gestión del HUS no solo optimiza la operación hospitalaria, sino que construye relaciones de confianza sostenibles con los usuarios, familiares y la comunidad.
Frente a los desafíos estructurales del sistema de salud colombiano, caracterizado por desfinanciamiento, inequidades en el acceso y segmentación del aseguramiento, el Hospital Universitario de la Samaritana ha adoptado decisiones estratégicas que representan verdaderos puntos de inflexión en su ruta hacia la excelencia. Una de las decisiones más significativas es consolidarse como un hospital universitario, fortaleciendo la relación docencia-servicio e impulsando la investigación clínica aplicada. Esto ha permitido mejorar la calidad de la atención, formar talento humano en salud altamente calificado y mantener una capacidad de análisis crítico frente a los problemas estructurales del sistema.
Además, el hospital ha liderado procesos de regionalización funcional, con sedes como la del municipio de Zipaquirá, logrando una redistribución eficiente de recursos y ampliación de la cobertura especializada en áreas geográficas con limitada oferta de servicios de alta complejidad. Esta estrategia ha descongestionado servicios críticos a nivel departamental, mejorado la oportunidad de atención y fortalecido la red hospitalaria pública en Cundinamarca. Así mismo, el HUS ha implementado alianzas estratégicas con instituciones académicas y científicas, accediendo a redes de conocimiento e intercambio de buenas prácticas que le permiten mantenerse a la vanguardia del desarrollo hospitalario en América Latina.
En materia financiera, el fortalecimiento de la gestión del riesgo económico y la diversificación de fuentes de ingreso son fundamentales para mantener la operación hospitalaria sin comprometer la calidad ni la cobertura. El hospital ha demostrado capacidad de adaptación frente a retrasos en el flujo de recursos por parte de aseguradores, diseñando estrategias de cartera, optimización de costos e inversión en infraestructura crítica. Todo esto se traduce en una capacidad operativa resiliente, incluso ante crisis sistémicas como la pandemia por la COVID-19, durante la cual el hospital actuó como centro de referencia nacional, sin interrumpir la atención de patologías no transmisibles ni los programas quirúrgicos programados.
El sostenimiento de altos estándares de calidad y seguridad asistencial de manera sostenible en el HUS es posible gracias a una combinación estratégica de talento humano, innovación organizacional y uso intensivo de tecnologías de la información. El hospital cuenta con un sistema maduro de gestión de la calidad, certificado bajo estándares internacionales, que integra la evaluación de indicadores clínicos, de satisfacción del usuario, auditoría de historias clínicas, revisión de eventos adversos, inspecciones periódicas y planes de mejora institucionales. Este sistema es reforzado con ciclos continuos de formación y actualización del personal, promoviendo una cultura institucional que valora la calidad como principio misional y no solo como requisito normativo.
El talento humano del hospital constituye el activo más valioso de la institución. Se ha estructurado un modelo de gestión del recurso humano que combina bienestar laboral, meritocracia, incentivos por desempeño y formación continua. El personal de salud participa activamente en los comités institucionales, lo que fortalece la apropiación del sistema de gestión. La formación en habilidades blandas, la promoción del liderazgo clínico y la articulación con universidades reconocidas garantizan una mejora continua en el conocimiento y en las competencias técnicas y humanas del equipo asistencial.
La innovación desempeña un papel fundamental en la sostenibilidad de la calidad. El hospital ha adoptado tecnologías como el monitoreo remoto, la inteligencia artificial para el apoyo diagnóstico, la trazabilidad electrónica de medicamentos e insumos y el expediente clínico digital integrado. Estas herramientas permiten una gestión más eficiente del riesgo clínico, reducen la variabilidad médica injustificada y favorecen la atención segura y centrada en el paciente. Además, se han implementado procesos de gestión documental digital y plataformas interactivas de comunicación con el usuario, optimizando la experiencia asistencial y administrativa.
El mensaje para otros líderes hospitalarios del país es claro: la mejora del modelo de gestión no es un acto aislado, sino una construcción institucional deliberada, permanente y comprometida con la transformación del sistema de salud. Alcanzar la excelencia hospitalaria requiere una visión estratégica compartida, liderazgo ético, trabajo en red y decisiones basadas en evidencia. La experiencia del HUS demuestra que, incluso en contextos de restricciones presupuestales y marcos regulatorios complejos, es posible construir modelos de atención centrados en la calidad, sostenibles y replicables.
Las buenas prácticas que el HUS recomienda replicar incluyen el fortalecimiento del sistema de gestión de calidad con enfoque en resultados; la articulación efectiva entre las dimensiones clínicas, administrativas y humanas del cuidado; la consolidación del talento humano como eje estructurante; el uso racional de tecnologías con impacto clínico probado, y la implementación de estrategias de regionalización para mejorar el acceso y la equidad. Asimismo, resulta fundamental promover una cultura de seguridad del paciente transversal a toda la organización, con liderazgo activo, participación del usuario y decisiones centradas en el cuidado seguro.
El trabajo en red con otros hospitales públicos, el impulso a la formación de especialistas desde la universidad hospitalaria y la investigación clínica como base para la toma de decisiones son elementos que fortalecen el sector salud desde lo público, asegurando que el derecho fundamental a la salud se materialice en condiciones de oportunidad, calidad y humanidad. La experiencia del Hospital Universitario de la Samaritana demuestra que la gestión hospitalaria basada en principios éticos, científicos y humanos puede generar transformaciones significativas, sostenidas y con impacto real para la población atendida.
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