ACHC | Revista Hospitalaria del sector salud

EDITORIAL
De humanos a humanos
Compartir en facebook
Compartir en twitter
Compartir en linkedin
Compartir en whatsapp

En este número de Hospitalaria se publica el “Estudio descriptivo de salarios de cargos administrativos y asistenciales 2024”. El estudio realizado anualmente desde el 2006, completó diecinueve años continuos constituyéndose en punto de referencia para el sector y en herramienta importante para las instituciones hospitalarias.

No sobra recordar que los prestadores son los mayores empleadores de recurso humano del sector de la salud y, simultáneamente, son escenario para la formación de los nuevos profesionales y trabajadores que cuidarán la salud de los colombianos en el futuro. La inteligencia artificial (IA), tan en boga hoy en día, podrá ser una herramienta de gran utilidad en los hospitales para garantizar la calidad y la seguridad de los procesos y mejorar la eficiencia de la administración, pero, por ahora, no parece probable que a corto plazo pueda sustituir a los seres humanos en la prestación de servicios de salud.

Por tanto, es imperativo que la sociedad en general, los gobiernos y los políticos tengan en mente que el recurso humano es el mayor bien con el que contamos para cuidar nuestra salud, como lo es desde hace siglos. De manera que a la hora de tomar decisiones y de hacer leyes no pensemos que la riqueza del sector está en organizaciones cuya labor probablemente podrá ser asumida en gran parte por la IA y que el recurso humano no constituye una pieza esencial e insustituible en la atención en salud.

Cuando Hipócrates hace veintiséis siglos atendía enfermos en la isla de Cos, o cuando en esa misma época se cuidaban los enfermos en el pequeño hospital de Efeso, no se contaba con recursos tecnológicos, ni farmacéuticos, ni siquiera con las comodidades más elementales; solo había agua y se implementaban medidas elementales de higiene. Pero desde entonces ha estado presente lo más importante, lo que ha caracterizado a la medicina por siglos: el deseo de servir, el altruismo y el consuelo; en síntesis, el apoyo que proporcionan los seres humanos que cuidan a otros seres humanos que sufren.

Esos seres humanos que en cualquier circunstancia están al lado del enfermo, como atestiguó la humanidad entera durante la reciente pandemia de la COVID-19, merecen el reconocimiento permanente de la sociedad. No es posible que luego de haber visto su entrega, de presenciar cómo millares de ellos entregaron hasta sus vidas sirviendo a los enfermos, nos olvidemos de que son ellos y su profundo sentido humano quienes constituyen la esencia de un sistema de salud. Ese reconocimiento social permanente es una forma de remunerar, que no debe abandonarse, y es un componente muy importante del llamado salario emocional.

Es por eso que cuando parece desconocerse o ignorarse el trabajo de profesionales médicos y enfermeras, personal auxiliar, técnicos y administradores, todos esos seres humanos ven afectado su reconocimiento emocional y dudan si vale la pena el sacrificio que hacen a toda hora, aun a costa de su propia familia. De alguna forma su compensación emocional se ve deteriorada y comienzan a reinar la decepción, el pesimismo y la apatía. El constatar que en los momentos decisivos la sociedad mira para otro lado ante sus reclamos y necesidades, olvidando todo lo que esos seres humanos hacen por esta, produce un efecto devastador.

Por eso hacemos un llamado para que nunca más el reconocimiento a sus héroes, como se les llamó durante la pandemia de la COVID-19, sea cosa de momento. La sociedad siempre debe manifestar y hacer evidente su reconocimiento, para que este importante componente de la compensación laboral no se vea afectado. El estudio que contiene este número de la revista se refiere a la compensación salarial y no tiene en cuenta la compensación emocional, suponiendo que esta es adecuada por parte de la sociedad y de los diferentes actores del sector.

Como bien lo anuncia el título de la investigación, se trata de un trabajo de tipo descriptivo y no emite juicios de valor; simplemente presenta las diferentes formas de remuneración monetaria existentes actualmente en nuestro sistema para diferentes actividades administrativas y asistenciales en diferentes niveles de complejidad y en diferentes regiones de nuestra geografía, en hospitales públicos y privados.

Sabemos que el estudio se ha convertido en una herramienta de gran utilidad para quienes tienen que tomar decisiones a la hora de fijar la remuneración monetaria en sus instituciones; también sabemos que para muchas regiones tiene particular importancia la edición impresa que se usa como material de consulta permanente.

No podemos dejar de mencionar que la aguda crisis de liquidez por la que atraviesa el sector prestador desde hace meses por la demora en el pago de sus servicios tiene un efecto nocivo en la remuneración económica del talento humano. Es tan crítica la situación que muchas instituciones se han visto en la imposibilidad de pagar sus nóminas a tiempo y han tenido que posponer indefinidamente decisiones sobre ajustes salariales y contratación de personal e, incluso, en no pocos casos se ha tenido que recurrir a la dolorosa determinación de cerrar servicios y prescindir de personal.

Por eso los angustiosos llamados que repetidamente ha realizado la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) a todo nivel para que se solucione esta situación con carácter de urgencia. La demora en hacerlo está ocasionando un impacto indeseable en las instituciones prestadoras de servicios de salud y puede afectar negativamente la calidad de los servicios y la moral de todo el personal que trabaja en hospitales y clínicas.

Finalmente, invitamos a que, cuando nos refiramos a las instituciones que prestan servicios de salud, no pensemos solo en sus edificios y en su infraestructura, o en su tecnología y sus equipos, sino a que tengamos presente especialmente a los seres humanos que constituyen su esencia y que trabajan para aliviar a otros seres humanos que sufren porque su salud se ha afectado. Por eso, en su honor, la carátula de este número está constituida por imágenes de seres humanos.