En lo que respecta al régimen subsidiado, el mayor valor girado bajo este mecanismo se alcanzó en septiembre de 2020, con 1,72 billones de pesos, y de ahí se inició la disminución y los giros se “precipitaron irregularmente” hasta los 1,32 billones de pesos en julio de 2022.

“La transición de un periodo de crecimiento de los giros directos (2018-2020) a uno de decrecimiento (2020-2022) se explica, fundamentalmente, por la transferencia de afiliados de EPS liquidadas a EPS sin medidas cautelares y, por lo tanto, sin la obligación de recurrir al mecanismo de giro directo. El giro directo es una medida que, si bien inyecta liquidez a las aseguradoras y prestadoras, resulta ser una imposición para la EPS, ya que las obliga a saldar prontamente sus deudas con las IPS y los proveedores. Esta pérdida del margen de maniobra en la negociación es, probablemente, una razón para no querer recurrir al giro directo de manera voluntaria en el régimen subsidiado. No es que las deudas con los prestadores y proveedores haya desaparecido, sino que, a partir del 2020, está en manos de EPS que no están bajo la lupa de la SNS. En otras palabras, el descenso de los giros directos es el resultado, entre otras razones, del traslado de afiliados a EPS que no tienen activas medidas cautelares”, expone el informe de la ADRES.