Ante la escasez de algunos insumos y medicamentos de uso frecuente en la atención hospitalaria, que se evidenció a partir del segundo semestre del año en curso, la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC) elaboró una encuesta con el objetivo de tener evidencia cuantitativa de dicha problemática y poder transmitir las alertas para la gestión correspondiente ante el Gobierno Nacional y las entidades de control y vigilancia del sector, para evitar dificultades futuras en la atención hospitalaria, especialmente en el caso de los insumos, y de esta forma contribuir en la búsqueda de soluciones para tomar nuevas decisiones en materia de política pública.
La recolección de información se llevó a cabo entre el 22 de agosto y el 11 de septiembre del 2022. Durante este periodo se obtuvo un total de 135 respuestas por parte de instituciones afiliadas a la ACHC, las cuales tienen un total de 18.450 camas habilitadas (lo que representa aproximadamente el 19% del total de las camas a nivel nacional). La muestra obtenida incluyó instituciones tanto de naturaleza pública (44%) como de naturaleza privada (56%) y de nivel de alta (46%), mediana (15%) y baja complejidad (39%). Los resultados obtenidos se describen a continuación:
A la pregunta ¿Actualmente su institución presenta escasez en medicamentos y/o insumos médicos?, 120 instituciones (88,89%) manifestaron tener escasez de medicamentos o insumos médicos, mientras que 15 (11,11%) manifestaron no tener escasez.
Medicamentos
A continuación, se les pidió a aquellas instituciones que manifestaron tener escasez que enlistaran los principales quince medicamentos en los cuales la institución presenta dificultades para su adquisición. Las diferentes respuestas fueron agrupadas en categorías generales; sin embargo, en las notas de pie de página se enuncian las principales referencias que fueron reportadas por las instituciones.
Dentro de los quince medicamentos con una mayor frecuencia de reportes de escasez por parte de las instituciones se encuentran los siguientes: acetaminofén[1], con el 57,5%; tramadol[2], con el 33,3%; agua estéril[3], 25%; dipirona[4], con el 20,8%; inmunoglobulina humana y vitaminas[5], con el 15,8% de las instituciones cada una.
Adicionalmente se pidió estimar el tiempo que está garantizada la existencia de reservas de estos medicamentos en la institución y el porcentaje en el que ha aumentado el costo de adquisición, en comparación con el primer semestre del año 2022. A estas preguntas las instituciones señalan que, para medicamentos tales como la dihidrocodeína[6], amoxicilina y tramadol, las reservas se encuentran en menos de seis días, mientras que el resto de los medicamentos del listado tienen reservas entre once y dieciocho días, entre ellos, el acetaminofén, el agua estéril y nifedipino[7].
Acerca del costo de adquisición, medicamentos tales como la amoxicilina y la Iopromida aumentaron un 5,6% y 2,6%, respectivamente, mientras que el tramadol, el agua estéril, la inmunoglobulina humana y la lidocaína aumentaron en promedio un 33%; a su vez, las vitaminas y el cloruro de potasio registran el mayor porcentaje de aumento con el 75,8% y 64,8%, respectivamente (Tabla 1).
Insumos médicos y dispositivos
A continuación, se pidió a las instituciones que enlistaran los principales quince insumos médicos y/o dispositivos en los cuales la institución presenta escasez. Al realizar el mismo proceso de categorización que con los medicamentos, se encontró que dentro de la lista de los quince con una mayor frecuencia de reportes de escasez en las instituciones (tabla 2) se encuentran, en su orden, los siguientes: catéteres[1], con 70%; agujas[2], con 35,8%; cánulas[3], con 25%; tubos endotraqueales[4], con 25%, entre otros.
A las preguntas del tiempo que está garantizada la existencia de reservas y el aumento porcentual de los costos de adquisición, en comparación con el primer semestre del año 2022 de estos insumos y dispositivos, las instituciones manifestaron que, para insumos como tubos de drenaje, circuitos, suturas[1] y cánulas se tienen reservas entre dos y nueve días, mientras que para catéteres, máscaras, jeringas[2] y equipos de flujo[3] se tienen reservas de entre 11 y 17 días.
Del mismo modo, el costo de adquisición ha aumentado en promedio menos del 10% para insumos tales como las jeringas, filtros[4], cánulas, electrodos[5] y circuitos, mientras que en relación con las sondas, tubos endotraqueales, catéteres y suturas se registran aumentos entre el 10% y el 24,6%. Se exceptúan los tubos de drenaje en los que no se reporta un aumento en el costo de adquisición.
Acerca de las causas de dicha escasez, las respuestas fueron agrupadas en siete grupos que aparecen en la tabla 3. La principal razón que aducen los proveedores a las entidades hospitalarias sobre la escasez es una baja oferta producida por una escasez de las materias primas para la fabricación de los medicamentos o insumos médicos, con el 52,5% de las instituciones. A esta causa le siguen los problemas de importación producidos por coyunturas internacionales (como la pandemia o la guerra) con el 35% de las instituciones que le atribuyen dicha escasez.
En tercer lugar, se encuentra un aumento en los precios por distintas razones como la depreciación del peso frente al dólar o el aumento de los costos de transportes, con el 19,2% de las instituciones que la atribuyen como la causa. El 18,3% de las instituciones dieron “Otra” razón, dentro de las que se encuentra la demora en la renovación de registros sanitarios y en general en trámites sanitarios; medicamentos e insumos descontinuados, y la no especificación por parte del laboratorio. Por último, el 6,7% atribuyó la escasez a un aumento de la demanda y, en igual porcentaje, a la regulación de precios, mientras que el 3,3% de las instituciones lo atribuyó a problemas logísticos.
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