Por más de cien años hemos mantenido nuestro compromiso con la misión y los valores institucionales, para generar bienestar, en búsqueda de la excelencia, con una atención basada en la humanización. Nuestra institución se ha consolidado como un referente en la gestión hospitalaria gracias a una combinación estratégica de prácticas de excelencia, un enfoque centrado en el paciente y la gestión basada en evidencia. Uno de nuestros pilares es el compromiso con la quíntuple meta en salud, lo que significa que cada decisión organizacional busca impactar positivamente en la experiencia del paciente, los resultados en salud, la eficiencia en el uso de recursos, el bienestar del talento humano en salud y la equidad en la atención.
Realizamos nuestro proceso de referenciación con las mejores prácticas en el ámbito mundial para definir nuestras metas y compromisos, lo cual nos permite mantener estándares de clase mundial en calidad, seguridad y eficiencia. Esta búsqueda proactiva de conocimiento nos ha permitido adaptar modelos a nuestro contexto, garantizando excelentes resultados clínicos y procesos estandarizados.
Además, desde nuestra fundación hemos contado con un enfoque humanizado de atención, donde el respeto por la dignidad del paciente y su entorno es fundamental. Esto, articulado con una cultura organizacional orientada a la seguridad del paciente, nos ha permitido reducir eventos adversos y fortalecer la confianza de los usuarios en nuestros servicios. Contamos con procesos sólidos de formación continua del talento humano, con programas de capacitación, simulación clínica, liderazgo en salud y una alianza permanente con la academia, lo que asegura un equipo altamente capacitado y actualizado. Esto tiene un impacto directo en la calidad del cuidado brindado.
En términos concretos, todo esto se traduce en mejores desenlaces clínicos, tiempos de estancia hospitalaria acordes con la complejidad, mayor satisfacción del paciente y de su familia, y un equipo de salud comprometido y resiliente, con resultados sostenibles que buscan la permanencia de la institución. Estos logros no solo reflejan nuestra excelencia operativa, sino que también refuerzan nuestro propósito superior.
En nuestro entorno, caracterizado por desafíos como la fragmentación del modelo de atención, restricciones financieras y brechas en el acceso equitativo, avanzar hacia la excelencia en la gestión hospitalaria ha requerido decisiones complejas y una visión centrada en el valor, con decisiones estratégicas que ponen foco en los procesos donde mayor valor generamos.
Una de las principales estrategias es el fortalecimiento de modelos de atención centrados en el paciente, reduciendo la fragmentación mediante el uso de tecnologías, rutas clínicas claras y coordinación interna, así como con actores del sistema. Esto ha generado beneficios como continuidad del cuidado, uso eficiente de servicios y mejor experiencia del usuario.
Contar con un sistema de gestión de la calidad, buscando la excelencia con el compromiso de mantener las instituciones acreditadas en salud, es una decisión estratégica de la organización. Adicionalmente, hemos impulsado una gestión basada en datos y evidencia, soportada en tableros de control, análisis de indicadores y toma de decisiones informadas. Este enfoque es clave para mantenernos fuertes frente a la incertidumbre, anticipar riesgos y optimizar nuestros procesos.
En este camino, la consolidación de un liderazgo clínico participativo y humanizado son igualmente fundamentales. La creación de una cultura organizacional sólida, basada en valores como la ética, el trabajo en equipo y el respeto por la dignidad del paciente, son un pilar fundamental para asegurar la alineación de todos los miembros de la institución con los objetivos de calidad y humanización. Además, hemos promovido el liderazgo basado en el ejemplo, donde cada integrante de la organización asume un compromiso activo con la mejora continua. Estas estrategias han fortalecido nuestro posicionamiento institucional y han generado confianza tanto en pacientes como en aliados estratégicos. En resumen, avanzar hacia la excelencia en el contexto colombiano requiere transformar las limitaciones en oportunidades de innovación, cooperación y mejora continua, siempre con el paciente en el centro de todas nuestras decisiones.
Nuestra institución ha logrado mantener altos estándares de calidad y seguridad asistencial de manera sostenible gracias a una estrategia organizacional orientada al valor en salud, asegurando una atención con excelencia clínica, centrada en el paciente, equitativa, eficiente y humana.
El talento humano es el eje transformador. Promovemos una cultura de aprendizaje continuo, participación activa en la toma de decisiones clínicas y gestión del conocimiento. Contamos con equipos interdisciplinarios altamente capacitados y comprometidos con la seguridad del paciente y la mejora continua. Para ello, invertimos en su bienestar, desarrollo profesional y reconocimiento, entendiendo que su motivación es clave para brindar la mejor atención.
Implementamos sistemas de información clínica como estrategia de innovación con analítica de datos para la toma de decisiones, en los niveles operativo, táctico y estratégico. Además, nuestro modelo de gestión se fundamenta en estándares nacionales e internacionales de calidad y seguridad, mecanismos de autocontrol de procesos, auditorías internas y externas, medición de indicadores clave, análisis de eventos y cultura de reporte de incidentes y eventos. Esto nos permite sostener mejoras en el tiempo, identificar oportunidades y adaptarnos a los cambios del entorno.
Desde la alta dirección hasta el personal asistencial y administrativo, promovemos una cultura de seguridad donde cada miembro del equipo se siente responsable de identificar riesgos y contribuir activamente en la creación de un entorno seguro para todos. Gracias a este enfoque integral, hemos construido un sistema capaz de garantizar resultados clínicos superiores, minimizar riesgos y ofrecer una atención segura, humana y confiable, generando sostenibilidad institucional y valor para nuestros pacientes.
A los líderes de instituciones hospitalarias del país que están comprometidos con mejorar sus modelos de gestión, les diría que el camino hacia la excelencia no se construye en solitario: se construye a través del aprendizaje colectivo, la apertura al cambio y el compromiso profundo con el propósito superior de cuidar la vida.
Es importante tener un marco filosófico claro que defina el compromiso con el paciente y la familia, los colaboradores y demás grupos de interés, basado en los principios institucionales. Definir desde la estrategia el compromiso con la excelencia y la humanización, soportado en una cultura organizacional sólida, basada en valores como la ética, el trabajo en equipo y el respeto por la dignidad del paciente.
Una buena práctica es mantenernos abiertos al intercambio de conocimiento y a la referenciación con otras instituciones nacionales e internacionales. Creemos firmemente que abrir nuestras puertas, compartir experiencias y recibir a otros equipos es una oportunidad invaluable para crecer juntos, adaptando lo mejor de cada modelo a nuestro contexto.
Otra práctica que consideramos esencial replicar es la implementación de sistemas de medición por resultados, no solo clínicos, sino también en experiencia del paciente, sostenibilidad financiera y bienestar del talento humano. Medir con propósito, aprender de los datos y tomar decisiones basadas en evidencia permite avanzar con claridad y efectividad.
El llamado es no perder de vista que toda buena práctica que fortalece una institución fortalece al sistema de salud en su conjunto.
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